La Reserva, adelantada – Un Cabezón en la tribuna – Un marco imponente
La Reserva, adelantada
No hubo chances de esperar el pleito de Primera observando el cotejo de Reserva, algo que hubiera servido para no prestarle tanta atención al calor. Es que el partido habitualmente preliminar se disputó el viernes en el mismo escenario. El resultado fue 0 a 0, aunque quedó como positivo para el elenco que comanda Ricardo Johansen que pudieron sumar minutos de fútbol Matías Donnet y Alejandro Da Silva, dos integrantes del plantel de Primera que vienen saliendo de sendas lesiones. Los once leprosos fueron: Lucas Hoyos; Martín Strano, Rodrigo Chaves, Marcelo Blanc, Cristian Díaz; Matías Donnet, Fernando Vaca, Mauricio Scaglia, Hernán Zanni; Alejandro Da Silva, Juan Manuel Cobelli. En el equipo sabalero, dirigido por Mario Sciaqua, se destacó la presencia del zaguero Omar Merlo, que regresó de River.
Un Cabezón en la tribuna
Por acumulación de amarilas no jugó este encuentro Hernán Bernardello, y al Cabezón los carcomieron los nervios. El bravo volante central de la Lepra iba a ser utilizado por Sensini gracias al artículo 225 por la lesión de Fideleff en la selección sub 20, pero se lo perdió por una enfermedad que de todos modos no le impidió decir presente en el estadio. El cinco rojinegro vivió los noventa minutos con las pulsaciones a mil, festejó con elocuencia el tanto de Quiroga, sufrió con las aproximaciones sabaleras al área del Flaco Peratta y se amargó con el empate de Rivarola. El fin de semana que viene, Hernán dejará de ser un espectador para convertirse en protagonista.
Un marco imponente
La gente le dio un colorido especial al estadio del Parque. Claro, esta vez fue todo rojo y negro. De un lado, los casi tres mil fanáticos de Colón que llegaron desde la capital de la provincia a ocupar la cabecera que da al Palomar, entonados por el triunfo ante Central del fin de semana pasado; en los tres costados restantes del Coloso la gente de la Lepra, ilusionada con el buen andar de la formación de Roberto Sensini. Los que se favorecieron con el aliento incesante de las hinchadas, además de los jugadores, fueron los vendedores de gaseosas y helados, permanentemente buscados para apagar el fuego de las gargantas que provocó el intenso calor. Casi treinta mil personas vibraron al compás de las acciones de este clásico provincial.
Fuente: rosario3.com
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sábado, 28 de febrero de 2009
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